Me desperté sobresaltada, con la angustia regando mi rostro y mi corazón desinflado. Una pesadilla horrible sacudió mis sentidos, mis ojos se abrieron como ventanas para que se escapara, pero la oscuridad de mi cuarto la retuvo rebotando en mi cabeza.
Me soñé sola, parada en el medio de un desierto, el sol quemaba tan fuerte que achicharraba hasta mis pensamientos que se deshacían sin alcanzar a formarse. Estaba sola, tan sola como nunca lo había estado ya que ni conmigo, compañera inseparable de toda la vida, podía charlar.
Mi cerebro se estaba secando, consumiendo, mi piel se ajaba, envejecía y se abría en miles de surcos. Parecía una pasa negra, una minúscula pasa y el desierto me estaba tragando como si fuera una semilla que vuelve a sus entrañas.
Nunca quise terminar mi vida así. Siempre fui como un perrito reclamando una caricia, que se acercaba al primero que le ofrecía amor y se quedaba echada a sus pies.
¿Cómo terminé de esta manera?, como un tronco seco sin savia que corra por mis venas, sin la humedad que enloquecía a mis amantes, sin chispas verde y miel que iluminaban mi mirada.
¿A dónde fue el cariño de los que dijeron quererme? ¿Dónde quedó el amor que se derramaba por mi piel como la espuma de la cerveza?
Recordar esta pesadilla es como volver a soñarla y grito: -¡Basta!, escupiendo arena que se queda en mi boca y me impide hablar, el silencio que me rodea se lleva mis palabras. Sin darme cuenta he cerrado mis ojos, ya no sé si sueño, deliro, estoy despierta. Trato de abrirlos, me pesan los párpados, me duelen, alcanzo a entre abrirlos apenas y a la luz del amanecer veo mis manos agrietadas y secas, casi no las puedo mover, estoy en medio del desierto y lejos parada como un ave de rapiña al acecho la parca. Extiendo con dificultad mis brazos y la invito que se acerque, si voy a morir que no sea sola.
Me soñé sola, parada en el medio de un desierto, el sol quemaba tan fuerte que achicharraba hasta mis pensamientos que se deshacían sin alcanzar a formarse. Estaba sola, tan sola como nunca lo había estado ya que ni conmigo, compañera inseparable de toda la vida, podía charlar.
Mi cerebro se estaba secando, consumiendo, mi piel se ajaba, envejecía y se abría en miles de surcos. Parecía una pasa negra, una minúscula pasa y el desierto me estaba tragando como si fuera una semilla que vuelve a sus entrañas.
Nunca quise terminar mi vida así. Siempre fui como un perrito reclamando una caricia, que se acercaba al primero que le ofrecía amor y se quedaba echada a sus pies.
¿Cómo terminé de esta manera?, como un tronco seco sin savia que corra por mis venas, sin la humedad que enloquecía a mis amantes, sin chispas verde y miel que iluminaban mi mirada.
¿A dónde fue el cariño de los que dijeron quererme? ¿Dónde quedó el amor que se derramaba por mi piel como la espuma de la cerveza?
Recordar esta pesadilla es como volver a soñarla y grito: -¡Basta!, escupiendo arena que se queda en mi boca y me impide hablar, el silencio que me rodea se lleva mis palabras. Sin darme cuenta he cerrado mis ojos, ya no sé si sueño, deliro, estoy despierta. Trato de abrirlos, me pesan los párpados, me duelen, alcanzo a entre abrirlos apenas y a la luz del amanecer veo mis manos agrietadas y secas, casi no las puedo mover, estoy en medio del desierto y lejos parada como un ave de rapiña al acecho la parca. Extiendo con dificultad mis brazos y la invito que se acerque, si voy a morir que no sea sola.
6 comentarios:
buen relato.
Si es verdad tu sueño,me llamó la atención el "si voy a morir q no sea sola.".
El ave de rapiña no espera su muerte sino la de otro,para subsistir..es propicio entonces q te diga q se muera la soledad.
BESO
: -¡Basta!
Aca esta la salida, en vos misma y esta expresion te resume todo.
"¿Cómo terminé de esta manera?, como un tronco seco sin savia que corra por mis venas, sin la humedad que enloquecía a mis amantes, sin chispas verde y miel que iluminaban mi mirada.
¿A dónde fue el cariño de los que dijeron quererme? ¿Dónde quedó el amor que se derramaba por mi piel como la espuma de la cerveza?", te aporta algo las respuestas de estas preguntas?
La pregunta seria como recupero todo esto.
Los problemas son como los pozos: SE SALE PARA ADELANTE SIEMPRE, por que si salimos para atras no podremos avanzar por que volvemos a caer de nuevo.
Besos.
dispersa: sé que el ave de rapiña no busca su muerte, pero ella lo que necesita es alguien que de última la acompañe en ese momento...
luis: cuando digo relato es algo que si bien sale de bien y de sentimientos pasados o presentes tienen una cuota de invención. No crea que me siento así, pero igual gracias por tu fuerza y por comentar siempre... besos
Hmmmm, los periles de postear relatos en el blog dónde usualmente posteas otras cosas ¿eh? Nunca falta alguien quien atribuya a una situación personal una u otra pieza literaria.
Pero está bien, porque eso habla muy bien de la intensidad del relato, de lo bien que transmite la idea. Y, a final de cuentas, de alguna forma todo lo que escribimos forma parte de nosotros, aún cuando no todo lo vivimos (o no lo vivimos en este momento) todo lo hemos experimentado en carne propio a de otra forma, para después imaginarlo, convinarlo, moldearlo y expresarlo como nuestro.
En lo que a mi respecta, el relato me ha parecido excelente, aún cuando me parece que hay algúnas metáforas que le restan un poco a la intensidad que en general comunica el relato, particularmente el quinto párrafo.
¡Sonrie!
PD: ¿Cómo te fué en la presentación de domingo? ¡Cuenta!
¿ella sos vos? entonces te acompaño
dispersa: noooo!!!, toco madera
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