AVENTURA 3:

(nota de la escritora, o sea yo: tal vez el título de estos posts suene a joda, o que minimizo las cosas que me han ocurrido, pero no es acaso la vida una aventura?)

Cuando por fin mi ex se fue de casa empezó otra etapa en mi vida. Para mí fue un alivio, para los chicos un dolor y para él mucha bronca.
Hubo que volver a acomodar las piezas y armar un nuevo rompecabezas, pero no fue tarea fácil porque cuando más o menos iba todo bien, alguien pateaba el tablero y había que volver a empezar.
Mi hijo me suplicó cientos de veces que volviera con su papá, hasta incluso me propuso que su padre durmira con él en su cama para no molestarme. -Le dije que lo único que no podía hacer por él era lo que me estaba pidiendo (se lo dije con todo el dolor de mi alma al ver como sus ojitos se llenaban de lágrimas).
Mi hija era más fuerte y se refugió en sus maestras.
Y yo me dediqué a trabajar.
Al principio el padre se los llevaba todos los fines de semana. Recuerdo las primeras veces que los venía a buscar y yo por la ventana, viendolos partir, sentía que se iba un pedacito de mí. Apagaba todas las luces, ponía música, prendía la tele, me tomaba una botella de sidra y a las 9 de la noche ya estaba acostada en la cama de mi hijo, con un vacío tan grande en el alma, que pesaba como mil piedras dentro mío. Con el tiempo me fui acostumbrando.
De todos los fines de semana, pasó a ser fin de semana por medio (acaso no me estaba dando mucha libertad al dejarme todos los fines de semana libre?) y luego ya no se los llevó más.
De pasarme la manuntención, acordada en el juzgado, todos los meses, pasó a no darme nada.
Lo bueno de ser mujer y madre es que nunca bajás los brazos, en cambio los hombres se preocupan más por ellos y luego por el resto del mundo (ojo! hay excepciones que confirman la regla).
No es fácil ser mujer, tener hijos, estar sola. Llevar todos los días el pan a la mesa, darles educación y poder vestirlos.
La mujer separada, es una mina difícil porque aprendió a ser autosuficiente, se autoabastece y exige de un hombre mucho más que una pareja, quiere un compañero.
Ya no te ciega el amor, aunque nunca dejás de ilucionarte, porque él no sólo tiene que encajar con vos, sino con tu casa, tus hijos, tu falta de tiempo, tu ex y tus obligaciones.
La mujer separada es difícil, pero no imposible porque al final de cuentas, muy dentro suyo sigue esperando el verdadero Amor.