AVENTURA 9

Estando casada le decía a mi (ex) marido mis ganas de trabajar, me había recibido de guía de turismo, con la íntima convicción que quería trabajar en mi provincia, sin la menor ganas de alejarme de acá para ejercer lo que tanto me gustaba. Pero él era una persona tan difícil y yo tan dócil, por lo que la decisión que no trabajara no tuvo discusión....

Pasado el tiempo, los chicos un poco más grandes, me dice que me había encontrado un trabajo para mí, era limpiando un edificio... había que ir temprano y limpiar las escaleras, el ascensor, la veredad... al principio fui porque la idea de tener un dinerillo propio me estimulaba pero una vez allí y encontrándome pasando el lampazo por la vereda me puse a pensar que sucedería si en ese momento pasara alguna de mis ex compañeras del secundario y me vieran haciendo tal cosa.... Espero que me entiendan, no desprecio el trabajo, ni era una deshonra pero yo había estudiado, tenía inteligencia, sé que mi lugar lejos estaba de ser aquel en el que me encontraba y me llené de verguenza, sí... me avergoncé de mi misma, de no haber ido más allá, de no haberme impuesto haciéndole saber que yo podía hacer otra cosa, que era cuestión de que me dejara elegir a mí, decidir a mí sobre algo tan personal como el trabajo que YO (y no él) debía realizar...

Gracias a Dios, de eso hace tiempo...hoy, y por mérito propio tengo un trabajo bastante cercano a lo que uno quiere pero a veces pasa que nos encontramos en un lugar, no por decisión nuestra sino por obligación....

alguna vez les pasó?