AVENTURA 5:

Vivir con él no fue fácil y durante ese tiempo yo dejé de ser yo, perdí mi horizonte, mis sueños. Me abandoné a un destino de sumisión, de rechazo, de golpes bajos.

Me hizo mucho daño, con él 10 años de mi vida se transformaron en un papel arrugado que termina en la basura.

• Me anuló: "si tenés que salir a buscar trabajo quién te va a contratar", "vos en la calle te morís, no sabés lo que es" ( y todo para que el pudiera crecer mientras yo me entorpecía)
• Me humilló: "andá a cepillarte los dientes que tenés mal aliento" (cuando quería besarlo), "no abajo no te beso porque es fuerte tu sabor" (lo decía mientras me ponía su pene en mi boca), acariciarlo para excitarlo y haciéndose el dormido terminaba boca abajo (para que no lo tocara), acabar en 5 minutos, hacerlo cada 3 meses, dormir una noche embarazada en el suelo...
• Me golpeó: dos cicatrices me acompañan junto con las que no se ven y son las que más tardan en curar.
• Me atemorizó: "si me dejás te voy hacer la vida imposible hija de p..."

Juro que intenté salvar mi matrimonio. Fui violenta como él (y descubrí en mí alguien que no era, comencé a maltratar a mi hija hasta que me dije: "ésta no sos vos" y traté de no contaminarme de tanta violencia). Fui tranquila (cuando él explotaba por cualquier cosa, yo me quedaba en silencio, o me iba a dormir, entonces entraba a la pieza, me prendía la luz, me destapaba, ponía la tele a todo volumen, sin importarle siquiera sus hijos, se irritaba más aún). Le dije que fuéramos a terapia (si estás loca andá vos, me dijo). Fui al departamento de la Mujer Golpeada, en la Casa de Gobierno ( y me ayudó a entender que si yo no hacía algo ésto nunca iba a terminar). Pensé en matarme...

Pero toda tortura tiene un final y el mío fue el 02 de noviembre del 2003. Había estado re bien con los chicos, mi hija había traído unos compañeritos de la escuela para hacer un trabajo. Nos reímos haciéndolo y luego se fueron. Llegó él, ya ni recuerdo por qué empezó a discutir, yo no tenía ganas de pelear, así que no le contestaba, parece que eso lo irritó más aún y así como así me dio una piña en el ojo (yo ya había jurado que no iba a volver a permitir que esto sucediera) así que le dije: "Andate que llamo a la policía" (pero en realidad me faltaba coraje al ver a mi hijo llorar, diciéndome no mamá!), mi hija empujó a su papá y salió del departamento, fue hasta unos vecinos, quienes llamaron a la policía.

En un segundo suena el portero del departamento, mis vecinas que me dicen que baje, mis vecinos que suben, él que queda en evidencia ("no sé que me pasó fue la primera vez"), la policía que llega y me pregunta: "si él no se va, ud. tiene dónde ir con los chicos? -sí. Él que decide irse (no se va hacer el macho con la cana, eso es sólo conmigo), sube al auto y arranca con todo, como si quisiera estrellarse y hacerme sentir culpable. Llega mi mamá y mis hermanos, se enteran de mi silenciosa tortura, me obligan a ir hacer la denuncia (cuánto les agradezco), luego me entero que le marcaron los dedos y por temor a quedar más enganchado no me molestó más, ya que una vez que lo quiso intentar, agarré el teléfono, marqué el número de la policía (ya sin temor) y cuando quise darme cuenta se había ido en silencio como la rata que es.

"y ésta es la aventura que más dolor me causó y la cual no hubiera querido vivir..."